jueves, octubre 05, 2006

BREVES NOTAS SOBRE PREVISIONES EN EL DESARROLLO URBANÍSTICO EN L’HORTA SUD

Asistimos claramente a dos modelos distintos de urbanismo y desarrollo de nuestros pueblos. Por una parte el modelo conservador del Partido Popular basado exclusivamente en el ladrillo como motor económico, de negocio fácil, propiciando el consumo excesivo de un bien escaso como es el suelo aumentando su coste, y con graves repercusiones en el precio de la vivienda.
Ademas el PP en el Consell, desviando los recursos públicos al fasto y la corrupción, no acompasa su política con los servicios públicos que requieren los nuevos vecinos.

De concretarse estas expectativas de crecimiento en la población en L’Horta Sud y sin un cambio de gobierno, nada indica que se atienda las nuevas necesidades. Ejemplo de ello son los disparates de Nou Mil.leni y Nou Manises, que solo están sirviendo para la especulación, al margen de las apreciaciones que hemos expresado con anterioridad. Un gran sinsentido que necesitará de un esfuerzo suplementario para mantener el nivel de compromiso de la mayoría de los pueblos de la comarca. Estos macro negocios son en si depredadores.

De no remediarlo, los problemas no serán solo de precio en la vivienda, o de suelo. La calidad de vida depende, cada vez más, de la movilidad, de la oferta de transporte público, de la existencia de equipamientos colectivos cercanos, o del nivel de contaminación atmosférica y acústica y sobre todo, de la gestión del agua y los residuos urbanos.

Por otro lado contemplamos otro tipo de política urbanística, muy semblante en los municipios gobernados por socialistas. Urbanismo que mas allá del número de viviendas mantiene un equilibrio entre este y las reservas de suelo para las dotaciones de los servicios públicos, que requiere el incremento de habitantes. Modelo contrapuesto al conservado que antepone el uso y disfrute del espacio público como derecho a cualquier otra consideración.

No obstante nuestra comarca debe crecer, por una parte atendiendo a las necesidades del crecimiento vegetativo. Por otra, equilibrando el escenario a que nos lleva la presión de Valencia y la nefasta política de vivienda que practica la Alcaldesa Barberá (Consumo abusivo de suelo, vivienda inasequible, recalificaciones de suelo dotacional en residencial y consecuentemente huida de los vecinos hacia L’Horta). En cualquier caso, crecer en territorios ordenados en red que favorezcan más municipios de escala sostenible debe ser la prioridad.

Debemos ordenar el crecimiento y el impacto sobre el territorio para que produzca más calidad de vida y menos deterioro ambiental. En esa línea, y como muchos Ayuntamientos gobernados por el PSPV-PSOE están desarrollando, las Agendas Locales 21 constituyen una fórmula adecuada y participativa para conseguir pueblos y ciudades más habitables, más sostenibles. La normativa urbanística, el diseño y la gestión del planeamiento deben colaborar, cada vez más, a avanzar en dicha dirección, sin atajos, con transparencia y participación.

Asumiendo la necesidad de un mayor compromiso colectivo y de una mejor intervención pública en la ordenación del territorio, frente a la desconcentración física de viviendas, personas, trabajos y servicios, difícil de cubrir con el transporte público, apoyamos el modelo de municipio compacto mediterráneo con crecimientos en contigüidad y densidades razonables
Frente a lugares de un solo uso, revindicamos el valor de la mezcla de actividades, de la riqueza de la vida urbana. Y ante la separación de los ciudadanos en municipios distintos, en función de su capacidad de acceder al mercado de la vivienda que está fomentando la política urbanística del Partido Popular, es preciso afirmar que nuestros pueblos deben ser espacios de convivencia y de igualdad de oportunidades.

Asesinado por el Partido Popular el Consell Metropolitá de L’Horta, y ante la necesidad de regular la estructura del gobierno democrático e inteligente del área metropolitana, y los mecanismos de participación de los agentes económicos y sociales, se hace necesaria una acción coordinada entre la Administración del Estado, la Generalitat y los Ayuntamientos.
.
Vistas las amenazas, la situación pone de manifiesto la necesidad de dar una respuesta organizativa que potencie el Área Metropolitana, para fines específicos, la gestión de servicios públicos de interés general, que favorezca economías de escala y políticas de crecimiento económico y de desarrollo sostenible. Que fije criterios para la formulación coordinada de modelos de desarrollo urbano sostenibles, que acote la "huella ecológica" de los municipios a los recursos disponibles y a su capacidad de carga, máxime en un territorio como el nuestro en el que la huerta constituye un patrimonio común claramente amenazado. Estructura organizativa ágil y representativa que garantice también la perspectiva de género en el diseño y desarrollo urbanístico.

Pep Santamaria 19/09/06