martes, julio 20, 2010

Paja, hierba y el San Martin del CIS

Comparemos la fábula del XVIII Los Tres Cerditos a la gestión del PP en la Comunidad Valenciana. Camps y Rita –los primeros dos cerditos graciosillos, rosaditos ellos, cantarines, aunque un poco manteros- han construido una casa para los valencianos a base de Grandes Eventos, F1,Copa del América, Volvo Oceans Race , Ciudades de esto, de aquello, de lo otro, etc. Como la primera del cuento, una casa efímera a base de fulgor, poco futuro y rentabilidad al menos cuestionable, en cualquier caso de paja. Al primer soplido del lobo los eventos han devenido insostenibles. Un apretón y todo por el aire.

Y manos a la obra, simultáneamente, como el segundo cerdito del cuento cimentaron otra casa, esta vez en a la especulación, el negocio rápido y destrucción del territorio como si cuantas viviendas se construyeran serían compradas, una ilusión sin duda. “Hagámoslo rápido” pensaron. Y como Cerditos perezosos no vieron venir la fuerza de los lobos que ellos mismos amamantan y defienden como modelo. Los lobos del egoísmo, de la voracidad, del beneficio a costa de lo que sea y de quien sea, soplaron fuerte contra la casa de hierba fresca de un modelo económico inconsistente y también insostenible.

Y hay quienes cuentan que todos estos y muchos otros lobos han hecho crecer uno mayor, el de la crisis.

En consecuencia las dos primeras casas que se nos han ofrecido hoy están por el suelo, los Eventos no son rentables pero si insostenibles y de la construcción ni hablar, más de diez mil empresas del sector han cerrado, imaginemos los desempleos que eso comporta, ¿Cuántos abandonos escolares por el espejismo salarial?

Ahora hay que recurrir al Cerdito de la responsabilidad, del sacrificio, del esfuerzo, del trabajo paciente y colectivo, al cerdito del beneficio razonable, a la casa con sólidas bases ancladas en el futuro común, ahora todos abrazan la argamasa de la economía sostenible.

¡Hay que ver! Cuantos cerdos se han pasado años especulando y robando a los valencianos, y cuantos otros cerditos con su actitud lo han fomentado, amparado e incluso han participado.

Fuimos los mejores por Camps y Rita y nos lo contaron a todo grito, ahora que el lobo lo arraso todo siguen con una flauta que como la de Bartolo tiene una agujero solo, el victimismo. Ellos no han sido, como las niñas de Ferràn que nunca han roto un plato.

Pero por fin y al margen de quienes desconfían ahora del CIS, parece que algo se mueve en la percepción de los que habitamos esta maravillosa aunque páramo de libertad, Comunidad Valenciana. Dice el CIS que ya estamos distinguiendo a los quien tiene la culpa y de que. Sigan, sigan con la flauta y su monótona sinrazón melódica. Como dice mi madre: A todo cerdo le llega su San Martin. Y el vuestro está cerca.