miércoles, diciembre 19, 2007

APUESTA POR LA LIBERTAD PARA SER FELICES.

Quiero destacar la predisposición por comparecer del Presidente de la Sociedad Pública de Alquiler ante el Copngrreso de los Diputados, que coincide, como no puede ser de otra manera, con la actitud a favor de la transparencia que tiene el Gobierno socialista de España.
Me gustaría destacarlo porque no todos los gobiernos son iguales, y sirva un breve ejemplo. Mientras aquí en el Parlamento Español, el Partido Popular reclama su derecho y se le atiende, en la Comunidad Valenciana, los honorables consellers, como se suele decir, como los toreros medrosos no comparecen siquiera para explicar a los valencianos cuál ha sido la causa de la inundación de un palacio tan bueno y bonito como el palacio de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias.
Esto es pertinente porque el Partido Popular califica la comparecencia del Presidente de la SPA de impresentable, al menos comparece, porque, como les decía, resulta pertinente decir que el Partido Popular obtiene respuesta democrática del Gobierno socialista de España mientras que a los valencianos y valencianas, se nos niega la verdad en las comparecencias.
Pero iremos al tema que nos ocupa. Hemos conocido los datos del cumnplimiento de los objetivos por parte de la SPA, que mejoran los previstos al comienzo de esta singular propuesta a favor del alquiler, que, como SS.SS. conocen, fue objeto de escarnio, mofa y saña y he ahí la paradoja, no se cuestionaron al establecerse los objetivos, digo, y se hizo al comprobar que podrían llegar a conseguirse.
Esta apuesta por el alquiler, una herramienta más, no podía ni debía tener éxito; se convirtió rápidamente en una tan supuesta como incierta amenaza a intereses partidistas, competenciales o estratégicos. Algunos, al grito de disuélvanse, demostraban que les molestan los servicios públicos cual es la Sociedad Pública de Alquiler.
Podemos discutir si los objetivos iniciales fueron adecuados, timoratos o audaces, pero eso debió ser en su momento, hoy solo cabe analizar si se han cumplido o no, señorías. La simplicidad de las cuentas de quienes no se preocuparon nunca por el alquiler como una opción de libre elección no es razonable e incluso resulta pueril en algunos supuestos.
Pensamos en el Grupo Socialista que la estrechez en la óptica les impide ver, ni siquiera intuir, el verdadero resultado, insisto, de un servicio público que, no lo olvidemos, nunca fue una agencia inmobiliaria.

Los datos son elocuentes: se han cubierto con creces los objetivos y, mal que les pese, los dineros públicos que se han destinado al programa han servido para cumplir la palabra dada, tanto en conseguir su autofinanciación como en número de contratos que se preveían; insisto, repito: objetivos cumplidos. Lo cierto, lo objetivo, lo comparable es que la Sociedad Pública de Alquiler ha cumplido a día de hoy con lo que este Parlamento le encomendó, objetivos muy alejados de los pretendidos y explicados por por el Partido Popular.
En cuanto a la disolución solicitada no me resisto a decirles que cabría preguntarles a los usuarios de la Sociedad Pública de Alquiler, tanto inquilinos como propietarios, qué opinan de este nuevo servicio y estoy seguro de que, como a mí me ha sucedido, se llevarán una sorpresa, para nosotros una grata sorpresa; supongo que para el Partido Popular una gran decepción.
Entendemos que los motivos dnacionalistas son otros, los del PP responden a esa intención de siempre: cazar cualquier pieza, ya que venía del anterior ministro Cascos, como bien se demostró.

En definitiva, señorías, se trataba de posibilitar a los ciudadanos una mayor libertad en la elección de su forma de acceso a la vivienda.
Fíjense, señorías, porque ahí erradica también una diferencia muy notable. Para ustedes, señores del Partido Popular -y a tenor de su actitud ante la vivienda en alquiler-, tan sólo la entienden desde la perspectiva de la propiedad. El Grupo Socialista la enmarca, no sólo como derecho, sino como una parte esencial del ejercicio de la libertad: disponer de una opción más para elegir.
En este caso, elegir libremente el acceso a la vivienda, fundamental. Está claro que a ustedes, la derecha en general, esto les debe sonar a cantos de sirena, pero a los españoles y a las españolas, especialmente a los jóvenes, les sirve. ¿En qué medida? Ya lo hemos visto. Cada vez más, y gracias a una política de no resignarse ante las dificultades, hay más oportunidades de acceder a la vivienda en condiciones razonables que hace tres años .
Y no sólo por mover la economía exclusivamente, sino para que ningún proyecto vital se quede sin oportunidad. Puede que suene a cursi a sus duros e insensibles oídos, pero les aseguro que si nuestra apuesta por un recurso más ha servido a la felicidad de cualquier persona, de alguna familia de cualquier tipo, nos sentimos contentos. Esa es una razón última: resolver problemas para que la gente sea más feliz ejerciendo la libertad.
Digo contentos, pero no satisfechos, porque aún queda mucho por hacer. El solar con el que nos encontramos en 2004 requiere de mucho esfuerzo, especialmente voluntad política de construir un futuro para todos y todas, también desde el alquiler.
Con la Sociedad Pública de Alquiler, todos salen ganando.

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